Influencia de la anatomía de la madera, dendrometría y clima en la producción de resina
La resinación ha sido una actividad de gran importancia desde hace siglos, generando desarrollo en el medio rural, un producto natural y renovable, y una cultura singular. Los cambios acaecidos durante las últimas décadas del siglo XX, crisis de precios internacional, competencia con derivados del petróleo y falta de mejoras-innovación en el sector, supusieron su decrecimiento hasta prácticamente desaparecer en los años 90.
Sin embargo, en los últimos años, un incremento en los precios internacionales de la resina y las condiciones socioeconómicas actuales han llevado a que muchas poblaciones comiencen de nuevo o por primera vez a aprovechar pinares para su resinación
Las plantas, en particular los pinos, reaccionan frente a distintos estímulos con la síntesis de compuestos defensivos, entre ellos la resina. Los pinos, más concretamente el pino resinero (Pinus pinaster), presentan un desarrollado sistema de canales resiníferos conectados entre sí, que almacena y sintetiza resina a través de distintas estructuras.
Aprovechando esta característica, desde hace siglos se ha llevado a cabo la práctica de la resinación, que consiste en herir de manera sistemática y periódica al árbol provocando la secreción de resina y su posterior recogida. Desde hace algunos años el Grupo de investigación Genética, fisiología e historia forestal se desarrollan estudios dirigidos a establecer mejoras en este aprovechamiento tradicional que se encuentra en el límite de la rentabilidad.
Los estudios que se están llevando a cabo pretenden esclarecer las relaciones existentes entre distintas variables anatómicas, dendrométricas (diámetro y altura) y la producción de resina. Asimismo, se estudia la influencia del clima tanto en la formación de canales resiníferos como en la producción de resina.