OBJETIVOS

En convenio con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), D. Ignacio Solano, vecino de Neiva (Colombia) le cede a la UPM parte de la finca de Salsipuedes para que se lleven a cabo investigaciones sobre las plantas silvoagropecuarias de interés económico que, bien por su madera o bien por sus productos, se adapten a las condiciones climáticas de la zona y ayuden a beneficiar el nivel socioeconómico de la zona. Estas tierras servirán como centro de formación, donde recibirán asistencia técnica todas aquellas personas que quieran integrarse en el proyecto, incluyendo ONG’s locales. Para llevar a cabo este proyecto, la UPM ya ha firmado convenios de colaboración con las universidades del Tolima y  Surcolombiana.

El proyecto tiene el doble objetivo de revegetar la zona con fines protectores y desarrollar los denominados Productos Forestales No Madereros (PFNM) con amplio potencial de desarrollo socioeconómico y pretende ser la antesala de un programa de desarrollo socioeconómico de la ecorregión estratégica del valle seco del Alto Magdalena. Esta zona está constituida por los municipios del norte del Huila y Sur del Tolima, cuyo 51% del territorio se encuentra en zonas áridas con avanzados problemas de desertificación generada por la acción antrópica: prácticas inadecuadas de agricultura, sobrepastoreo, tala y quema de bosque.

Transmitir el conocimiento adquirido mediante la investigación a los pequeños propietarios es la base fundamental para el desarrollo y mejora de las condiciones de vida y trabajo de las comunidades vinculadas a la producción silvoagropecuaria.

El fin último de este proyecto de desarrollo es la creación de Cooperativas de pequeños y medianos productores que, con el apoyo gubernamental, generen Sistemas de Producción Locales.

La estrategia se basa en implantar parcelas demostrativas de diversos cultivos de PFNM y forestales, poniendo en conocimiento de los habitantes las nuevas tecnologías de cultivo silvoagrícola obtenidas y las posibilidades económicas de estos cultivos.

 

Colombia tiene un 17% de su territorio con problemas de desertificación y el Departamento del Huila, el 30% de sus 1.942.000 ha. La desertificación concentra en la región norte del Huila, que se caracteriza por una topografía ondulada, con extensas llanuras elongadas en dirección Norte-Sur, ubicadas al Este del valle del río Magdalena. La región seca del valle presenta un paisaje que se conoce como “tierras malas” el cual se caracteriza por la presencia de profundas cárcavas y quebradas formadas principalmente por la erosión producida por ríos y riachuelos, y por la ausencia o el débil desarrollo de la capa de suelo lo que origina una baja productividad agropecuaria y una menor disponibilidad de agua potable, con los consiguientes problemas sanitarios.

Según el último censo el Huila tiene un 1.011.000 habitantes, el 59,5%, se encuentran ubicados en poblaciones y el resto en el área rural; la capital, Neiva, alberga el 32% de la población total. Más del 60% de la población está calificada como pobre y casi el 30% como indigente, con una economía basada en la subsistencia. Esta subsistencia provoca que, en el Huila, 17.313 niños nazcan con bajo peso. 54.825 presenten desnutrición crónica. 132.736 no asistan a la escuela y 27.481 se mueran antes de cumplir un año.

Como señala el documento de la visión Huila 2020, cambiar esta situación pasa por “generar una base empresarial productiva y diversificada… sustentada en turismo y lo forestal”, siendo “necesario la innovación y el desarrollo, la conectividad, la infraestructura y el equipamiento, la formación del capital humano, la sostenibilidad ambiental, el desarrollo institucional y empresaria teniendo en cuenta las apuestas productivas de la región”.

 

Resultados Esperados

Los resultados se esperan a medio plazo. En primer lugar hay que conocer el comportamiento y la producción de las especies existentes en el centro. En segundo lugar hay que demostrar a la gente la potencialidad que tienen los cultivos que se proponen de mejorar sus condiciones de vida para lo que habrá que realizar estudios de mercado y de aceptación de nuevos productos. Ya en tercer lugar será cuando se empiecen a obtener resultados en los que participará una buena parte de la población del Huila.

 

Los beneficios del proyecto son el aprovechamiento de tierras, actualmente infrautilizadas o abandonadas, con cultivos alternativos de especies con gran potencial de generación de riqueza. Este aprovechamiento proporcionará empleo para la mano de obra rural con el aporte de ingresos que les ayudarán a mejorar su calidad de vida. Con mayores ingresos, los hijos de estas personas podrán recibir una educación de la que en la actualidad carecen.

 

Se pretende que los más beneficiados sean los pequeños propietarios de terrenos que, mediante la creación de cooperativas, sean capaces de salvar las barreras económicas que les impiden prosperar. Una labor importante del centro será la formación tanto en el manejo los cultivos como en la formación de dichas cooperativas pues existe poco conocimiento de técnicas, tecnologías y posibilidades para el aprovechamiento de los recursos forestales.

 

Dado que, dentro de las comunidades, todas las actividades agrícolas se hacen de manera individual, es decir cada familia trabaja sus tierras, compra los insumos necesarios y vende o transporta a la ciudad su cosecha. Como no suelen obtener un beneficio neto suficiente, su capacidad de maniobra a la hora de intentar mejoras en el manejo de sus cultivos es mínima y no pueden arriesgarse con sistemas que no saben si van a aumentar la rentabilidad de manera totalmente segura. Por tanto la adquisición de maquinaria o mejora es prácticamente imposible y si lo fuera cualquier avería o imprevisto supondría un gran problema. Ocurre lo mismo a la hora de defender sus precios, al hacerlo de manera individual no tienen la fuerza suficiente para negociarlos de manera más satisfactoria. Por esto es importante la formación de cooperativas.

 

Otra posible línea del centro de formación es, al igual que se ha hecho en otros sitios, la creación de una escuela en la que niños y niñas reciban una educación que fomente el conocimiento de las plantas autóctonas y los posibles beneficios que de ellas puedan obtener.

 

Por otro lado, estos cultivos mejorarán la retención de agua con el consiguiente aumento de los acuíferos a la vez que ayudarán a la lucha contra la erosión y la desertificación, creando un entorno más verde.

 

Beneficiarios

 Los primeros beneficiarios directos serán las personas que estén involucradas en el proyecto, tanto como mano de obra del vivero que se constituirá como en el desarrollo de las parcelas demostrativas. También serán beneficiarios directos el personal de las universidades e instituciones colaboradoras, que verán mejorados sus conocimientos técnicos de cultivo agroforestal y los alumnos de la UPM, UT y USCO que, en proyectos fin de carrera de carrera y tesis, participen en este proyecto.

Se buscará que los beneficiarios directos de la fase de demostración sean seleccionados entre los lideres locales en situación de pobreza o extrema pobreza con niveles de ingreso inferiores a 100 euros/mes y que dispongan de una parcela en propiedad de al menos 2 ha para poder experimentar en 0,5 ha.

Dentro de todas las condiciones establecidas se dará preferencia a los casos en los que de alguna u otra forma participe la mujer, ya sea como beneficiaria y si no lo es de forma directa se exigirá al beneficiario contraprestaciones que beneficie a la mujer.

Los beneficiarios directos en la fase de expansión serán el resto de los pobladores del área, que se estima en 60.000 personas.

Los beneficiarios indirectos serán todos los pobladores de la zona que, al generalizarse un aprovechamiento sostenible en la zona seca del Alto Magdalena, se elevarán el nivel socioeconómico del Departamento y el medioambiental, al aumentar la superficie arbolada mejorará la calidad y la cantidad del agua a lo largo del año.

 Además, mejorado el entorno es posible el aprovechamiento de otro recurso que genera gran cantidad de mano de obra que es el Turismo que, en principio, se quedaría fuera de los objetivos de este proyecto.

 Otros beneficiarios indirectos serían los profesores y estudiantes de las:

 - E.T.S. de Ingenieros de Montes y de la E.U.I.T. Forestal de la UPM

- Facultad de Ingeniería Forestal de la U.T

- Facultad de Ingeniería Agrícola de la USCO;

así como el personal de las universidades e instituciones que firmen convenio de colaboración con la UPM, que podrán desarrollar sus actividades en este área.